Nuestro seminarista Antonio comparte con nosotros la meditación correspondiente al séptimo sábado de Pascua.
Sábado VII de Pascua (30-5-2020)
“¿Y a ti qué? Tú sígueme”
El Señor dijo cosas verdaderamente fuertes a lo lago de su vida pública, pero ésta es desde luego la más tajante de todas. Pedro manifiesta un poco de envidia por el discípulo amado que les seguía por detrás. Le pregunta al Señor y no sólo es que quiere que los acompañe, sino que “si quiero que se quede hasta que yo vuelva ¿a ti qué?”.
Todos estamos llamados a la santidad, no lo olvides nunca, pero a unos pocos el Señor los elige para ser los santos de los altares. Pero ¿no me preguntó el Señor como a Pedro que si le amaba? ¿No me dijo como a Mateo “Sígueme”? Si, también te lo dijo. No conocemos lo que el Señor nos deparará en esta vida, si nos elevarán a los altares o no, pero lo que si es seguro es que a ti también te ama con locura.
Has sido elegido para realizar una misión en concreto que será tu camino de salvación. Tu camino y el mío son distintos. “¿Y a ti qué?” Dios lo único que te pide es amarle, adorarle y servirle para salvarte, lo demás no importa. Ahora te digo, la meta, es la misma, el Cielo. La felicidad plena si será común, por eso, déjate de líos, invoca al Espíritu Santo y déjate guiar por él, responde “Fiat” al “Sígueme” del Señor.
Antonio, seminarista
Descargar: Meditación Sábado VII Pascua (30-05-2020)
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