Reflexiones en torno al grupo de adultos

En las siguientes líneas quiero reflexionar sobre lo que significa el Grupo de adultos para mí.

Todos los lunes por la noche nos reunimos un grupo de hermanos de la parroquia para hacer una lectura de un texto extraído de un libro elegido por nuestro sacerdote, quien, con toda su generosidad, nos ofrece su valioso tiempo haciendo de guía, maestro y moderador. A raíz de la lectura reflexionamos sobre lo que cada frase, cada palabra o texto nos sugiere al llevarla a nuestra vida personal. Para mí, se trata de dar un sentido a nuestra caótica vida. Siempre se ha dicho que la vida es un caos, que el hombre es incapaz de entender esta realidad tan compleja que nace de un ser que no entiende qué hace en este mundo, para qué está aquí o hacia dónde nos dirigimos. Un ser, dicen muchos, sin sentido. Sin embargo, quien entiende su mundo desde el caso es quien no tiene respuestas a estas grandes preguntas. Los miembros de este grupo tenemos la respuesta a estas preguntas en Dios. Sin embargo, no somos fideistas y necesitamos como seres humanos explicarnos este mundo desde la razón. Y para mí ésta es la gran riqueza del Grupo de adultos: entender que la vida no es un caos, que todo tiene una explicación y que el hombre es pieza fundamental en la construcción del orden terrenal. Que nuestros actos, comportamientos, voluntad y decisiones son decisivas para alcanzar el orden en nuestra vida y en el mundo.

En el Grupo de adultos buscamos comprender al ser humano desde sus capacidades y sus miserias con el único fin de encauzar nuestra vida hacia Dios, hacia la felicidad. Por ello, los lunes se convierten en un refugio donde encuentro no sólo respuestas a muchas preguntas sino la fortaleza para afrontar (no “enfrentar”) el resto de la semana. Las respuestas nos las da el sacerdote, pero también la enorme sabiduría que Dios ha puesto en ese grupo de elegidos que a través de sus escritos nos iluminan al transmitirnos sus experiencias, reflexiones y conocimientos. Y lo peculiar de este Grupo no es que abordamos estos profundos temas desde una filosofía compleja o especializada, sino con un lenguaje sencillo, comprensible y muchas veces.… cargado de humor!!

La verdad, no es una exageración decir que no asistir al Grupo de adultos un lunes me deja caminando coja el resto de la semana. No es que la misa no fortalezca, es lo más importante, sino que Dios nos quiere enriquecer de muchas maneras y, para mí, este Grupo refuerza y consolida la Palabra de Dios. Animo a aquellos que quieran unirse al Grupo a que no dejen pasar esta oportunidad que la parroquia nos brinda. El horario puede ser problemático para algunas personas, pero para los que puedan asistir se lo recomiendo (no pasamos lista…!).

Os deseo a todos los lectores un muy feliz verano, y a los hermanos del Grupo (entre los que me incluyo) que este verano sea un momento para poner en práctica todo lo aprendido en el año. Dando gracias a Dios por haber creado este mundo tan maravillosamente “caótico” y dotarnos de las herramientas y facultades para, con ÉL, convertirlo en otro maravillosamente “ordenado”. Para ello, ¡¡necesitaremos más Grupo de adultos!!

Emma.
Grupo de adultos de los lunes
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