Hoy cuarto jueves de Pascua nuestro seminarista Rafael nos comparte la meditación.
Jueves IV de Pascua (7-5-2020)
“Cantaré eternamente tus misericordias, Señor”
Pronuncia estas palabras mirando hacia atrás, hacia lo vivido. Mira cómo el Señor, el Dios que “cuidó en el desierto” a los hebreos, te ha cuidado a ti durante este tiempo de desierto. Y el mismo que sacó de la descendencia de David “un salvador para Israel: Jesús”, ha sacado de tu historia, con tus pecados y debilidades, a este mismo Salvador para ti.
Canta sus misericordias también por el tiempo presente. Porque, conociéndote perfectamente, él te sigue prefiriendo: “yo sé bien a quiénes he elegido”. Porque él sigue queriendo vivir en ti, quiere que seas su enviado, y que todo aquel que se encuentre contigo pueda recibirle a él, y con él al Padre.
Y, por último, entona este canto por siempre. Pues este deseo del salmista es tu destino, es nuestro destino. Y así, ni las grandes crisis de la sociedad, ni los momentos duros de la propia vida, ni siquiera la muerte… Nada, nada en este mundo te podrá separar del amor de Cristo, nada te impedirá jamás mirar al cielo con la esperanza cierta de cantar sus misericordias por toda la eternidad.
Rafael, seminarista
Descargar: Meditación_Jueves IV Pascua
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