El pasado fin de semana, del 12 al 14 de abril de 2024 , un grupo de la parroquia disfrutó de unos días dedicados al Señor, realizando los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola impartidos por nuestro párroco Jaime.
Cristina y Mª Paula han querido darnos su testimonio y así compartir con toda la parroquia la experiencia de estos días. ¡Gracias chicas!
Testimonios
Como con los discípulos de Emaús, Jesús se pone a andar a nuestro lado, a nuestro ritmo. Es por eso por lo que cada año los Ejercicios Espirituales son los adecuados para cada uno, son los mejores.
Este año empezaron con una propuesta: “los cinco panes y dos peces (nuestra vida con sus miserias y pobrezas) son lo que Jesús necesita para el milagro, ¿qué milagro pides a Dios? Dale tu vida que Él puede hacerlo.” Esto fue a las horas de llegar el primer día y me dejó pensando, pero lo cierto es que sólo podia concluir que el milagro que necesitaba era Él mismo, ¡pero es que ese milagro ya lo ha hecho! Si el Cielo es estar con Dios, yo no necesito que me saque de ninguna condición o pecado, no necesito que cure heridas, porque puedo ser santa sin salir de eso, siempre y cuando Él esté conmigo en la lucha.
Este pensamiento me ha ayudado durante todo el retiro. Cada vez que iba a rezar lo que se nos proponía yo me paraba y decía: “Yo estoy aquí para estar contigo, no necesito curaciones ni necesito grandes conocimientos teológicos ni tampoco llegar a ningún listón sobre lo perfecto o no que haga los Ejercicios.” La sequedad de la oración, los momentos de frutos grandes, las luces y las cosas imperfectas de esos días… Todo para gloria Suya. Vuelvo feliz de haber podido cumplir su deseo y el mío. Creo que ambos lo andábamos buscando, estar unos días a solas, unos días para nosotros como dos enamorados. Necesitaba descansar en Él con urgencia y Él se ha hecho necesitado también de mi hombro para descansar. Quizás esa es la imagen que más defina el fin de semana: uno al lado del otro, cabeza con cabeza, reclinados sobre el otro y simplemente amándonos. Sin muchas palabras, sin muchos gestos, sin nada más que ese amor que repara solo. Hay muchas luces y regalos que me ha dado, pero eso es para mí lo más grande.
En este tiempo de Pascua agradezco al Padre esa manifestación del Resucitado en donde siempre ha estado, en lo escondido del pan de la Eucaristía. Siempre de la mano de su madre la Virgen, estos días son de gracia para todo el que los viva. Dios nos quiere demasiado a todos.
Cristina
Los ejercicios
Este año, en los ejercicios espirituales de San juan de Avila, nos reunimos todas las edades para compartir solo una cosa, agradar el Señor.
Un fin de semana en el cual Cristo y la Virgen nos han acompañado en consolaciones y en desolaciones, pero a pesar de todo, siempre sintiéndonos acompañados y fortaleciendo nuestra intimidad con Cristo.
Solemos pensar y planear todos los aspectos de nuestra vida, pero el Señor siempre tiene un plan todavía más perfecto para nosotros.
Cada uno ha vivido los ejercicios según Su designio y es precioso acogerlo eso aunque a veces cueste.
Este fin de semana que hemos aprendido, que el objetivo final de un cristiano es agradar a Cristo. Y creo que lo hemos conseguido, porque no hay mayor gloria para Dios que compartir el amor de Cristo en comunidad.
También hay que decir que la Virgen Maria ha estado muy presente y que no has cuidado como madre cada vez que nos dormíamos en la oración, nos costaba rezar …
María Paula Osorio
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