Este pasado sábado 15 de febrero de 2020 las familias con niños en los distintos cursos de catequesis de Comunión estábamos convocadas a vivir una jornada de convivencia en la parroquia.
Como sabéis para la catequesis de iniciación cristiana es fundamental la vida de fe en familia y esta convivencia fue una ocasión fantástica para vivirla en nuestro ambiente parroquial.
Por la mañana, mientras los niños disfrutaban de varios juegos, Lorena y Rafael nos acercaron a su experiencia de educación en la vida cristiana en su familia, despues Noemí nos hizo reflexionar sobre qué y cómo debemos preparar y prepararnos de cara a la Primera Comunión de nuestros hijos.
¡Gracias a los tres por vuestro esfuerzo y por compartir vuestras vivencias de fe!
Rafaél nos explicó, entre otras cosas, como Las Escrituras nos narran la ‘primera catequesis’.
Aquel mismo día iban dos de ellos a un pueblo llamado Emaús, que distaba sesenta estadios de Jerusalén, y conversaban entre sí sobre todo lo que había pasado.
Y sucedió que, mientras ellos conversaban y discutían, el mismo Jesús se acercó y siguió con ellos; pero sus ojos estaban retenidos para que no le conocieran. Él les dijo: «¿De qué discutís entre vosotros mientras vais andando?». Ellos se pararon con aire entristecido.
Uno de ellos llamado Cleofás le respondió: «¿Eres tú el único residente en Jerusalén que no sabe las cosas que estos días han pasado en ella?». Él les dijo: «¿Qué cosas?» Ellos le dijeron: «Lo de Jesús el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y palabras delante de Dios y de todo el pueblo; cómo nuestros sumos sacerdotes y magistrados le condenaron a muerte y le crucificaron. Nosotros esperábamos que fuera Él el que iba a librar a Israel; pero, con todas estas cosas, llevamos ya tres días desde que esto pasó.
El caso es que algunas mujeres de las nuestras nos han sobresaltado, porque fueron de madrugada al sepulcro, y, al no hallar su cuerpo, vinieron diciendo que hasta habían visto una aparición de ángeles, que decían que él vivía. Fueron también algunos de los nuestros al sepulcro y lo hallaron tal como las mujeres habían dicho, pero a él no le vieron.» Él les dijo: «¡Oh insensatos y tardos de corazón para creer todo lo que dijeron los profetas! ¿No era necesario que el Cristo padeciera eso y entrara así en su gloria?»
Y, empezando por Moisés y continuando por todos los profetas, les explicó lo que había sobre él en todas las Escrituras. Al acercarse al pueblo a donde iban, él hizo ademán de seguir adelante. Pero ellos le forzaron diciéndole: «Quédate con nosotros, porque atardece y el día ya ha declinado.» Y entró a quedarse con ellos.
Y sucedió que, cuando se puso a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando. Entonces se les abrieron los ojos y le reconocieron, pero él desapareció de su lado. Se dijeron uno a otro: «¿No estaba ardiendo nuestro corazón dentro de nosotros cuando nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?»
Lucas 24, 13-32
Después de la celebración de la Misa compartimos todos juntos la comida. Después quedaba la gymkana y la reunión por grupos de catequesis.
Muchas gracias a los catequistas, a los que ayudaron en la logística y en los juegos y a los sacerdotes por prepararlo todo y a todos los asistentes por participar con alegria y ganas de esta experiencia de comunión con la familia parroquial.
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