Con el testimonio de Irene tenemos la completa descripción de la jornada del 27 de agosto de 2019 de la peregrinación a Lourdes. Esperamos que os guste. Muchas gracias por tu testimonio.
El martes día 27, comenzábamos nuestra última marcha y poníamos rumbo a Lourdes para entrar todos juntos en el santuario, dando gracias a Dios por la oportunidad de poder hacerlo como Parroquia.
Los cantos acompañaron los últimos metros y en las caras del grupo se podía ver la felicidad reflejo de la sonrisa de María, pues ya estábamos a la puerta de nuestra Madre. Fue un honor poder alabar juntos al Señor y ver cómo se contagiaba la alegría al resto de peregrinos que pasaban por nuestro lado.
Después con toda una tarde libre por delante, decidimos ir a la gruta y acompañar a la Virgen, tuvimos un rato de oración con un texto que habla de la sonrisa de María y como ella es ejemplo para actuar con los demás.
Cuando Santa Bernardita tenía algún gesto, la gente preguntaba qué quien se lo había enseñado y ella humilde respondía que de la “Hermosa mujer” lo había aprendido. Que María sea también nuestro ejemplo para poder seguir siendo reflejo suyo y transmitir su sonrisa al mundo entero.
Ya después de la cena, volvíamos al santuario para el rosario de antorchas en el que los enfermos son los protagonistas. Esto nos enseña que aquello que el mundo desprecia es lo más importante para Jesús, y que aquella cruz tan pesada es abrazada por el Señor.
María está a los pies de la cruz acompañando a su hijo y nosotros estos días podemos compartir con ella esa mirada de amor.
¡Qué gran regalo nos da Jesús a través de su Madre!
Irene.
Procesión de las Antorchas, Lourdes.
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