El pasado sábado 10 de octubre de 2020 tuvo lugar el retiro en nuestra parroquia.
Hacía una mañana soleada que nos permitió disfrutar con tranquilidad de las dos meditaciones que nos expuso nuestro párroco Juan, contamos con la exposición del Santísimo y, como no podía faltar, con la Eucaristía.
En la primera meditación nos habló de la Paternidad de Dios apoyándose en la parte del Génesis donde se habla de Abraham.
El Señor dijo a Abraham:
“Deja tu tierra natal y la casa de tu padre,
y ve al país que yo te mostraré.
Yo haré de ti una gran nación y te bendeciré;
engrandeceré tu nombre y serás una bendición.
Bendeciré a los que te bendigan y maldeciré al que te maldiga,
y por ti se bendecirán todos los pueblos de la tierra”.
Génesis 12, 1-3
En la segunda meditación Juan nos habla de que ‘Cristo habita en mi y yo en Él’, de la unión de los sarmientos entre sí y de dar frutos. Evangelio de Juan.
“Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador.
Todo sarmiento que en mí no da fruto, lo corta, y todo el que da fruto, lo limpia, para que dé más fruto.
Vosotros estáis ya limpios gracias a la Palabra que os he anunciado.
Permaneced en mí, como yo en vosotros. Lo mismo que el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid; así tampoco vosotros si no permanecéis en mí.
Yo soy la vid; vosotros los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto; porque separados de mí no podéis hacer nada.
Si alguno no permanece en mí, es arrojado fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen, los echan al fuego y arden.
Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y lo conseguiréis.
La gloria de mi Padre está en que deis mucho fruto, y seáis mis discípulos.”
Juan 15, 1-8
Para finalizar asistimos a la Eucaristía celebrada por nuestro vicario Tin.
Podemos dar gracias a Dios por este regalo y también por la gracia de ser los sarmientos de su Vid, que esperan dar fruto.
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