Hoy comenzamos la Octava de Páscua es decir, el júbilo del Domingo de Pascua se prolonga ocho días seguidos. Disfrutemos de estos días con la meditación que nos propone Rafael, nuestro seminarista.
Lunes, Octava de Páscua (13-4-2020)
“No temáis: id a comunicar a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán”
“No temáis”. Hay ciertas cosas que pueden provocar en mí como un miedo a acoger la Resurrección, a vivir la vida nueva y anunciarla. Me pueden asaltar ciertos pensamientos: “Ya, ha resucitado, pero en mi vida esto sigue así… o en mi casa esto otro no ha cambiado… o el mundo es que no tiene solución y vamos a peor…” Es el permanente riesgo de pensar que todo esto es una ilusión. Y puede hacer perder toda su fuerza a la noticia que ayer escuchábamos. Por eso, ¿cuáles son tus miedos, los pensamientos que te turban? Destiérralos, porque Cristo, de veras, ha resucitado.
En estos días se agotan los termómetros en las farmacias. También, en este tiempo de Pascua, sería bueno que me pusiera el termómetro de mi fe en la Resurrección. ¿Y cómo funciona? Veamos, Jesús manda a las mujeres anunciarlo a sus hermanos. El gozo tiende a comunicarse. Puedo mirar si de mi vida se va apoderando la alegría, el amor, la paz –que se irradiarán irremediablemente sobre quienes me rodean–, o si aún permanece en mí la desesperanza, la tristeza o la indiferencia propias de quien aún no ve a Cristo vivo en su vida.
Por último, el mandato es ir a Galilea. Éste es el lugar del primer encuentro con el Señor, aunque también el de la vida cotidiana de los Apóstoles, es “su casa”. Y allí es donde le verán. Es bueno el deseo de ir en la parroquia, allí es donde seguramente tuvimos el primer encuentro con Él, y Dios quiera que podamos ir pronto. Sin embargo, Galilea también es nuestra casa, y Jesús promete que allí le veremos. Por lo tanto, no busques huir, como si Jesús Resucitado no pudiese estar ahí, pues es en tu casa, en tu familia, en tus cosas, donde Él quiere que hoy le veas. ¿No le ves? No te preocupes, tienes una octava, una cincuentena pascual y toda una vida para ir descubriéndolo.
Rafael, seminarista
Descargar :Meditación lunes Octava de Pascua 2020.pdf
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