Hemos terminado el mes de María con la tradicional ofrenda floral a nuestra Madre, a la que asistieron numerosos niños de nuestra parroquia.
La ofrenda fue presidida por nuestro párroco Juan que fue recogiendo las flores que colocaron las catequistas. Todo ello con el acompañamiento del coro y de los acólitos.
Una sencilla y entrañable ocasión de acercarnos a la Virgen.
MARÍA, MADRE NUESTRA
María, madre nuestra, flor de juventud.
Camino de mi vida, ésa eres tú.
Soy como una barca sin remos en el mar,
que va por la marea buscando tu amistad
Sin ti el mundo sería
como un paisaje sin luz,
un día sin sol, un rostro sin sonrisa.
Sin ti, María, no habría luz,
sin ti no habría una sonrisa.
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