De Panticosa a Lourdes

Del 21 al 28 de julio de 2024 un grupo de 9 jóvenes han vivido unos emocionantes días de convivencia y oración en Panticosa que les ha llevado también a Lourdes, porque la Virgen les estaba esperando. El grupo estuvo acompañado por nuestros sacerdotes Jaime y Rafael y por nuestra consagrada Rebeca.

Los chicos han querido compartir su experiencia con toda la comunidad parroquial, María nos proporciona las fotos y Nacho y Alex los testimonios ¡Gracias chicos por seguir al Señor y por compartir vuesta experiencia!

TESTIMONIOS

Espectacular, es el adjetivo que mejor resume esta nuestra convivencia, que estaría repleta de sorpresas y emociones.

Residimos en una casa grande y preciosa en Panticosa, un pueblo de Huesca muy bonito. Recuerdo la primera noche con especial emoción, pues de velada hicimos un juego en el que era imposible no llorar de la risa.

En el segundo día, para empezar fuerte, tuvimos marcha y llegamos a la cima donde había unas vistas preciosas y pudimos celebrar allí misa, bien cerca del altar. Esa noche fue la mejor de la convivencia para mí, pues la idea de dormir en la montaña me daba pereza, pero otra vez me di cuenta lo equivocado que estaba. Rezamos el rosario mirando las estrellas y vimos como se alzaba la Luna, tan brillante que nos dejaba unos momentos únicos y una noche irrepetible.

Tras esto tuvimos unos días ‘de chill’ en Panticosa donde pudimos jugar al futbolín, bañarnos en la piscina, charlar, tener formación, dinámicas que ayudaron mucho y momentos de oración.

No quiero enrollarme más, así que vamos al bombazo, que fue el poder volver a Lourdes, que me había quedado con ganas de más tiempo tras el campamento. Una vez llegue allí, pudimos estar en la adoración al santísimo con los enfermos, el rosario de antorchas, rato de oración… Sin duda esto para mí fue la guinda del pastel, que hizo que el viaje fuese de sobresaliente tanto en lo humano como en lo espiritual.

Me gustaría destacar los preciosos sitios que nos llevó nuestro párroco, así como el poder ir en teleférico y trenecito por la montaña lo que no es habitual en montañeros, jeje.

Aparte en esta convivencia he podido vivir la Misa como nunca, dándole la importancia que merece.

Quiero también resaltar esos momentos en los que me dolía la cabeza de reír con mis amigos, así como algunos encuentros con personas conocidas en Lourdes.

Hay miles de cosas más que me he dejado, pero no quiero soltar la chapa del siglo. En resumen: ¡Gracias por todo, porque me ha venido como anillo al dedo!

Ignacio (Gorgojo)

Fue un viaje lleno de bendiciones, desafíos y un profundo crecimiento espiritual; desde el comienzo, cada paso estuvo marcado por la provisión y la gracia de Dios.

Una de las experiencias más significativas fue el tiempo dedicado a la oración. En esos momentos, sentimos una conexión más profunda con el Señor y entre nosotros y es que el grupo que fuimos fue maravilloso hicimos una unión muy fuerte y nos ayudamos los unos a lo otros en todo momento.

Tanto en las marchas que hicimos en esos lugares tan maravillosos como en los baños en los lagos de aguas heladas, los momentos de relajación en la piscina, la formación, etc. Fue toda una preparación para llegar a Lourdes donde nos encontramos con la Virgen y gozamos de la historia de santa Bernardita, la adoración con los enfermos y el impresionante rosario de antorchas.

Los frutos de este viaje fueron numerosos. No solo crecimos espiritualmente, sino que también vimos cómo Dios utilizó nuestras manos y nuestros corazones para bendecir a otros.

Y como le repetíamos constantemente al padre Jaime de broma, aunque era la más pura realidad, ha sido uno de los mejores viajes de nuestra vida.

Alex (SP)