La práctica cristiana que este mes de marzo nos proponen nuestros sacerdotes es dar limosna. Aprovechemos para llevarla a cabo este tiempo de Cuaresma muy indicado para esta práctica.
Una obra de caridad y una práctica que agrada a Dios es dar limosna a los más necesitados y aquellos quienes sufren injusticias. La actitud de apertura hacia los pobres expresada en la ayuda y en el compartir con ellos es un testimonio de amor al prójimo. Nuestro Señor cuando habló del Juicio Final en los Evangelios y fue preguntado por los discípulos asombrados por cuándo le vieron hambriento, sediento o desnudo y no le socorrieron se identificó de manera precisa con los pobres diciendo:
«[…] lo que no hicisteis con uno de estos, los más pequeños, tampoco lo hicisteis conmigo».
De modo que, descuidando las necesidades de los desamparados cerramos la puerta a la conversión y al encuentro personal con el Señor.
Los cristianos dentro de la Iglesia como Cuerpo de Cristo nos debemos a obrar aportando para sanar a los necesitados, y así se nos juzgará, por lo que dimos y aportamos, de lo contrario, convertimos a la Iglesia en el autoservicio de lo religioso o de lo espiritual, retirando de ella lo que necesitamos y olvidándonos de sentir compasión y de aliviar el sufrimiento de los más desfavorecidos.
Texto del Evangelio
[Dijo Jesús a sus discípulos y a una gran muchedumbre:]
A vosotros los que me escucháis os digo: «[…] dad, y se os dará: […] pues con la medida con que midiereis se os medirá a vosotros». (Lc 6, 38)
Ejemplos para la práctica
Proponemos para esta Cuaresma que estamos viviendo reflexionar y preguntarnos si estamos dando y aportando de la misma manera que vivimos.
-
- Busca oportunidades para ser generoso, al igual que ocurre con la Oración, si lo planificamos y lo organizamos resultará más sencillo.
- Aprende a ir ahorrando o apartando dinero que bien podrás destinar a ayudar a indigentes o a obras para necesitados.
- Enseña a tus hijos a ser compasivos, la limosna que vayas a entregar dásela a ellos y que sean ellos los que la entreguen cariñosamente mirando el rostro del sufrimiento.
- Antes de salir de casa procura pensar en dar limosna y dispón de dinero para poder entregar.
- No distorsionemos el significado de limosna diciendo que ya aporto con mis impuestos y es el Estado el que distribuye la riqueza, eso no lo dijo Jesús.
- Dar limosna es mostrar misericordia, no es opcional ni negociable.
«La mano del pobre es el cepillo de Cristo, porque todo lo que el pobre recibe es Cristo quien lo recibe». (San Pedro Crisólogo)
Puedes leer también otras prácticas cristianas: