¡Hoy es Pentecostés! Y como ya se comentó creemos que puede ser una oportunidad perfecta para renovar las promesas bautismales mediante una liturgia doméstica!
En todas las Misas ( 10, 11;30, 13, 18:30 y 20H) podéis traer agua para ser bendecida y ahora indicamos un sencillo ritual para la celebración en las casas.
¡Aprovechemos el don del Espíritu Santo para dar el paso confiado hacia Él!
Descargar en pdf: Liturgia de la Palabra familiar
LITURGIA DE LA PALABRA FAMILIAR
RENOVACIÓN PROMESAS BAUTISMALES
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
R.Amén
El Señor esté con vosotros.
R.Y con tu espíritu
LECTURA
Querida familia: vamos a escuchar la Palabra de Dios que corresponde al día de Pentecostés. Los discípulos estaban encerrados con María y tenían miedo de los judíos. El Espíritu Santo es el don que nos ha dado Dios Padre para hacernos hijos suyos y que con valentía demos testimonio de su presencia y de su amor en medio del mundo
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 2,1-11
(Puede hacerla un miembro distinto de la familia)
Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. De
pronto, vino del cielo un ruido, semejante a una fuerte ráfaga de viento, que resonó en toda la casa donde se encontraban. Entonces vieron aparecer unas lenguas como de fuego, que descendieron por separado sobre cada uno de ellos.
Todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en distintas lenguas, según el Espíritu les permitía expresarse. Había en Jerusalén judíos piadosos, venidos de todas las naciones del mundo. Al
oírse este ruido, se congregó la multitud y se llenó de asombro, porque cada uno los oía hablar en su propia lengua. Con gran admiración y estupor decían:
«¿Acaso estos hombres que hablan no son todos galileos? ¿Cómo es que cada uno de nosotros los oye en su propia lengua? Partos, medos y elamitas, los que habitamos en la Mesopotamia o en la misma Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia Menor, en Frigia y Panfilia, en Egipto, en la Libia Cirenaica, los peregrinos de Roma, judíos y prosélitos, cretenses y árabes, todos los oímos proclamar en nuestras lenguas las maravillas de Dios.»
Palabra de Dios
(Se puede añadir algún comentario si lo ve oportuno)
RENOVACIÓN DE LAS PROMESAS BAUTISMALES
Transformados por la vida nueva de Jesucristo, renovemos hoy nuestra adhesión a Él, a cuya muerte y resurrección fuimos incorporados por el Bautismo.
Reafirmemos nuestra fe y nuestra voluntad de vivir Su mismo camino renovando las promesas al final de esta pascua bautismales.
• ¿Renunciáis al pecado para vivir en la libertad de los hijos de Dios?
R.Sí, renuncio
• ¿Renunciáis a todas las seducciones del mal, para que no domine en vosotros el pecado?
R.Sí, renuncio
• ¿Renunciáis a Satanás, padre y príncipe del pecado?
R.Sí, renuncio
• Y confesad abiertamente: ¿Creéis en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra?
R.Sí, creo.
• ¿Creéis en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que nació de Santa María Virgen, murió, fue sepultado, resucitó de entre los muertos y está sentado a la derecha del Padre?
R.Sí, creo.
• ¿Creéis en el Espíritu Santo, en la Santa Iglesia Católica, en la comunión de los santos, en el perdón de los pecados, en la resurrección de los muertos y en la vida eterna?
R.Sí, creo.
Esta es nuestra fe, la fe de la Iglesia, la fe de nuestra familia, que fue proclamada en nuestro Bautismo, y que nosotros nos gloriamos de profesar en Cristo Jesús, Señor nuestro. Amén.
ASPERSIÓN DEL AGUA BENDITA
Recibamos el agua de salvación que nos hace pasar de la muerte a la vida
R.Amén
(A continuación los padres se santiguan con el agua bendecida y hacen la señal de la cruz en la frente de los hijos con el agua bendecida)
LETANÍAS DE AGRADECIMIENTO
Demos gracias a Dios por todos los beneficios que en este tiempo hemos recibido y que son signo de su amor a nosotros:
-Por la unidad de nuestra familia.
R.Te damos gracias, Señor.
-Por la fe y el amor en nuestros corazones que Tú nos has dado
R.Te damos gracias, Señor.
-Por la Iglesia, familia de los hijos de Dios
R.Te damos gracias, Señor.
-Por los sacramentos que nacen de Tu costado herido y que nos dan la vida del cielo
R.Te damos gracias, Señor.
-Por habernos hecho hijos tuyos, por alimentarnos con tu cuerpo, por
fortalecernos con tu Espíritu Santo:
R.Te damos gracias, Señor.
(Se pueden añadir otras intenciones particulares)
ORACIÓN DE LOS FIELES
Queridos hermanos; hoy llega a su plenitud el tiempo Pascual. Hace cincuenta días celebrábamos con gozo la resurrección de nuestro Señor, hoy celebramos la madurez y el cumplimiento definitivo de la Pascua. Por eso, ahora, oremos a Dios Padre, que por la muerte y resurrección de su Hijo nos ha dado el Espíritu Santo que ora con nosotros y dentro de nosotros.
- Por la Iglesia, extendida por toda la tierra; para que impulsada por el Espíritu Santo, permanezca atenta a lo que sucede en el mundo, haga suyos los sufrimientos, alegrías y esperanzas de los hombres de nuestro tiempo, intuya los signos caritativos que debe realizar y así pueda iluminarlo todo con la luz del Evangelio. Roguemos al Señor.
- Por las vocaciones; para que el Espíritu Santo suscite en el seno de la Iglesia vocaciones sacerdotales, religiosas y misioneras que den fe de la salvación universal. Roguemos al Señor.
- Por los gobernantes, para que busquen siempre el bien de todos, fomenten la libertad religiosa en los pueblos, la paz y el bien común, y gobiernen con sabiduría y justicia. Roguemos al Señor.
- Por los familias y en especial la nuestra, para que crezcan en la unidad, en la fe y en el amor. Roguemos al Señor.
- Por nosotros, aquí reunidos; para que, iluminados y fortalecidos por el Espíritu
Santo, demos testimonio de nuestra fe. Roguemos al Señor. - Por el fin de la enfermedad, por todos los enfermos, por los que están sólos, por lo que atienden a los enfermos, por los que han dejado este mundo con motivo de la enfermedad en este tiempo, para que Cristo sea consuelo, compañía, salud y salvación de todos. Roguemos al Señor
Padre Nuestro….
Escucha, Señor, las oraciones de tu pueblo y haz que quienes nos disponemos a clausurar, con la solemnidad de Pentecostés, las fiestas pascuales, renovados y fortalecidos por tu Espíritu, vivamos continuamente la novedad pascual y lleguemos también a las fiestas de la Pascua eterna. Por Jesucristo nuestro Señor.
El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal, y nos lleve a la vida eterna. Amén.
Oración a María