El Campamento de Montañeros a pleno rendimiento

El día 6 de julio de 2024 los Montañeros, después de desayunar bien y de recoger su bolsa de comida, se encaminaron al Ibón de Plan, un precioso lago glaciar a 1910 metros sobre el nivel de mar, recorriendo unos seis kilómetros cuesta arriba que más tarde habrá que bajar para volver al campamento.  Arriba, en la cima, disfrutaron del maravilloso paisaje y celebraron Misa en plena naturaleza, también tuvieron el almuerzo.  Por la noche descargó una tremenda tormenta pirenaica que hizo que todos tuviesen que refugiarse en el albergue, pero, lejos de desanimarse, comenzaron un juego esperando que amaine.

El grupo de Montañeros de la parroquia San Juan de Móstoles está realizando su campamento anual en Saravillo, provincia de Huesca.   El grupo está formado por 64 chicos (entre 10 y 17 años), 18 jefes, 2 sacerdotes, 1 consagrada, 3 jóvenes voluntarios (encargados de la cocina) y un matrimonio para ayudar con la logística, todos volcados en caminar hacia el Señor y en ayudar a los chicos en su camino ‘hasta lo más alto’.

Este año el lema del campamento es “Y vio Dios que era bueno” porque, como explicó Pilar, jefa de la patrulla 5, a los chicos:

  • la naturaleza que es un regalo que el Señor nos hace a todos, es un recordatorio constante de su amor y por eso hay que cuidarla y apreciarla.
  • las cosas que nos pasan, buenas y malas, vio Dios que eran buenas y aunque a veces no lo entendamos hay que confiar en que el Señor pues gracias a eso, que no nos gusta, otras cosas mejores sucederán
  • los hombres somos buenos, y al crearnos vio Dios que era muy bueno y aún con nuestros defectos o las cosas que no nos gustan de nosotros debemos aprender a mirarnos como Dios nos mira.  
  • los demás, el prójimo también lo creo Dios y vio que era bueno y si alguno de nuestros compañeros de campamento nos cae mal o nos molesta o un jefe nos reprende, Dios lo puso ahí por algo, debemos amarle y ayudarle.

El campamento finalizará en Lourdes, donde la Virgen ya les está esperando, los mayores harán la mayor parte de la ruta caminando acompañados por el padre Jaime Bertodano y los pequeños irán en autobús, caminando sólo el último día acompañaros por el padre Rafael Marina, para encontrarse el viernes día 12, ya todos juntos, con nuestra Madre.

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