Del viernes 29 al sábado 30 de marzo de 2019 pudimos disfrutar en nuestra parroquia de las veinticuatro horas para el Señor, con las puertas abiertas para rezar y un sacerdote para reconciliarnos con el Señor.
Recogemos a continuación algunos testimonios de personas que participaron en el evento. Muchas gracias a todos los que han querido compartir su experiencia con nosotros.
¡¡¡Cuánta necesidad tenemos de serenar nuestro corazón delante de Jesús Sacramentado. De que Dios inunde de silencio nuestro ser, para escuchar su voz y sentir su ternura…!!!
Necesidad de que relaje nuestro espíritu, de que suelte nuestras tensiones y permita que su Amor penetre hasta el fondo del alma para poder corresponderle. Dejarnos tocar, dejarnos amar y que su Gracia nos vaya haciendo más Amor.
Belén.
“Estar un rato con El Señor para mí es un remanso de paz, es dejarme abrazar por Él, que me repite que me quiere… Y luego salir al mundo con Su Paz… Es un verdadero regalo… “
Masiel.
“Paz, sosiego, oración….una ocasión inmejorable para acompañarle tan de cerca…para conocerle y conocerte. Gracias Señor”.
Cristóbal.
Llevamos varios años en la parroquia haciendo una jornada de 24 horas en las que se expone el Santísimo en el Templo y tratamos de acompañarle sin dejarle solo y acompañarle. El Papa Francisco lo pidió y nuestra parroquia lo realiza desde entonces. Unos piden perdón acercándose al Señor y en su presencia reconocen como son en realidad y luego piden perdón en el Sacramento de la confesión. Otros nos acercamos también a pedir perdón por aquellos que le ofenden y no son capaces de reconocerlo y pedirle perdón. Me ha gustado estar junto al Señor todo lo que he podido aun estando cansada. Creo que Dios tiene un Corazón de Hombre en Jesús y si puedo hacer que al menos un rato se olvide de los tantos que le hacen daño pues eso quiero hacer. Ser un consuelo para su Corazón aunque sea una pecadora como los demás.
@.
“Ha sido un regalo enorme tener a Jesús expuesto 24 horas para poderle visitar y estar con Él y los sacerdotes disponibles para confesar, a pesar de la jornada que les esperaba al día siguiente con los montañeros, de duro esfuerzo. El Señor siempre tiene mucho que decirnos si le damos ese tiempo y esas ocasiones para escucharle”.
Mª Carmen.
En medio de nuestro camino de Cuaresma es una gran ayuda para precisamente dejarnos ayudar por Él.
¡Gracias Señor por esta maravillosa oportunidad!
Isabel.
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