La tercera práctica cristiana propuesta por los sacerdotes de la parroquia es poner juntos el Belén y rezar ante el Belén, animamos a todas las familias a ponerla en uso.
En el tiempo de la Navidad lo más importante no es todo el deslumbrante en torno que lo rodea, sino el significado interior de lo que celebramos. Se trata de un momento perfecto para recordar el Misterio del nacimiento de Jesús, desde luego, y de recuperar alrededor de nuestras relaciones personales ese valor interior y primigenio de la celebración de la Navidad. La entrañable tradición de poner el Belén en nuestras casas nos ayudará mediante su contemplación a acercarnos al Misterio central de este tiempo, la Natividad de Nuestro Señor.
Colocar el Nacimiento, rezar y adorar con nuestra familia a la Sagrada Familia, es una práctica que nos permitirá disfrutar en familia; a su vez, evitará que el periodo navideño se convierta en nuestros hogares en únicamente unas fiestas de invierno y de desorbitado consumo que amenazan con vaciar el sentido de la Navidad.
Texto del Evangelio
El ángel le dijo: “No temáis, os anuncio una buena noticia que será de gran alegría para todo el pueblo: hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor. Y aquí tenéis la señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre”. (Lc 2,10)
Prácticas con el Belén:
– Montar entre todos los miembros de la familia el Belén en nuestra casa sin colocar la figura del niño Jesús hasta el día 24 de diciembre.
– Una vez se haya colocado el Belén, realizar en nuestra casa la bendición del mismo. El padre de familia o la madre preside una breve celebración doméstica rogando a Dios para que las imágenes de este Belén nos ayuden a profundizar en la fe.
Oración de bendición del Belén:
Señor Dios, Padre nuestro, que tanto amaste al mundo que nos entregaste a tu Hijo único nacido de María la Virgen, dígnate bendecir este nacimiento y a la comunidad cristiana que está aquí presente, para que las imágenes de este Belén ayuden a profundizar en la fe a los adultos y a los niños. Te lo pedimos por Jesús, tu Hijo amado, que vive y reina por los siglos de los siglos.
(Todos): Amén.
Cristo, el Señor, que se ha aparecido en la tierra y ha querido convivir con los hombres nos bendiga y nos guarde en su amor.
(Todos): Amén.
– A lo largo del tiempo en que tenemos colocado el Belén y como última actividad del día, tener un rato de oración familiar frente al mismo, dando gracias al Señor y haciendo alguna petición por cada uno de los miembros del hogar.
Oración ante el Belén:
Dulce Niño de Belén, haz que penetremos con toda el alma en este profundo misterio de la Navidad. Pon en el corazón de los hombres esa paz que buscan, a veces con tanta violencia, y que tú sólo puedes dar. Ayúdales a conocerse mejor y a vivir fraternalmente como hijos del mismo Padre. Descúbreles también tu hermosura, tu santidad y tu pureza. Despierta en su corazón el amor y la gratitud a tu infinita bondad. Únelos en tu caridad. Y danos a todos tu celeste paz. Amén
– Frente al Belén, leer todos juntos en casa los pasajes relativos al nacimiento del Señor de San Lucas y San Mateos.
– Elegir por cada miembro del hogar un personaje del Belén e identificándose con el mismo, adoremos en familia a la Sagrada Familia.
Prácticas cristianas que pueden continuarse:
Conversaciones una vez a la semana