El viernes 29 de noviembre de 2024 dimos comienzo a la peregrinación del Foro Mariano a Pontevedra con el viaje en autobús.
Peregrinamos 170 personas de toda la diócesis, entre ellas 22 de nuestra parroquia, acompañados del obispo de Getafe, Mons. Ginés García Beltrán, el padre Agustín Giménez, responsable del Foro Mariano diocesano y promotor de la peregrinación; el padre Jaime Bertodano, vicario episcopal para el Apostolado Seglar, y varios sacerdotes de distintas parroquias de la diócesis.
El sábado, escuchamos a la Hermana Ángela, religiosa y médico, de la congregación Alianza de Santa María y postuladora de las causas de canonización de los pastorcitos de Fátima que nos contó las apariciones de la Virgen en Fátima, Pontevedra y Tuy.
En 1925 y 1926, la ciudad de Pontevedra fue escenario de dos significativas apariciones marianas. El 10 de diciembre de 1925, en el Convento de las Doroteas (Santuario de las Apariciones), Sor Lucía afirmó haber visto a la Virgen María junto al niño Jesús. Durante esta aparición, la Virgen le mostró su corazón rodeado de espinas y le pidió que promoviera la devoción de los ‘Primeros Sábados’. La segunda aparición tuvo lugar el 15 de febrero de 1926, cuando el niño Jesús se le apareció nuevamente a Sor Lucía en el jardín del convento.
La religiosa destacó la llamada que la Virgen le hizo a ella personalmente y nos hace a todos con las palabras que la Virgen habló a sor Lucía, entonces postulanta de 18 años: “Mira, hija Mía, a Mi Corazón rodeado de espinas que los hombres ingratos a cada momento me clavan con blasfemias e ingratitudes. Tú al menos, consuélame … ”
Después celebramos Misa en la Real Basílica de Santa María la Mayor en Pontevedra donde el obispo destacó que “hay algo que nos une a María, a los apóstoles y a nosotros mismos que es un ‘Fiat’, María cambia la historia con un ‘Fiat’”.
Después de un paseo por Pontevedra visitamos el Santuario de las apariciones construido en el lugar que estaba la celda que ocupaba sor Lucía y al que se ha traido el altar de Tui en el que también se apareció la Virgen. Allí tuvimos un rato de oración con el Santísimo.
A última hora del sábado y al día siguiente tuvimos la oportunidad de disfrutar de la Catedral de Santiago y abrazar al Santo, “abrazar el origen de nuestra fe”, como señaló García Beltrán a los peregrinos.
Agustín Giménez, responsable del Foro Mariano, destacó que “han sido unos días preciosos en los que hemos renovado nuestra fe en las promesas de Dios y nuestro amor a María”.
Mayte, coordinadora del viaje en nuestra parroquia, ha querido contarnos la experiencia con sus palabras.
Cuando propusieron en mi parroquia la peregrinación a Pontevedra yo no conocía que la Virgen se había aparecido en ese lugar. El padre Agustín, que nos lo explicó, contaba que era “como ver un partido de fútbol y solo ver la primera parte”, refiriéndose que seguramente conocías Fátima, pero si no habías tenido la oportunidad de conocer Pontevedra no podías entender la historia de los milagros.
Una vez allí te das cuenta por qué vas, sencillamente, porque la Virgen te quiere hacer un regalo. Y no tuvimos “un regalo” tuvimos muchos regalos; el primero fue las explicaciones de la hermana Angela en el que nos expuso de manera alegre y sencilla cómo fueron los acontecimientos de Fátima y cómo se desarrolla el milagro en Pontevedra. Eso, que ya fue un regalo por la alegría con la que ella lo explicaba, no sería el único.
Una vez en Pontevedra en la ‘Casa de las apariciones’ tuvimos la exposición del Santísimo y estuvimos justo en la celda donde se apareció la Virgen Maria y el niño Jesús. En esa adoración al Santísimo, en ese lugar tan especial, hubo una verdadera conexión con el Señor y con nuestra Madre.
Ese mismo día, por si fuera poco este regalo. tuvimos otro igual de emocionante. Tuvimos una visita guiada a la catedral de Santiago donde pudimos, de manera privada, darle el abrazo al santo y ver partes de la catedral que no están expuestas habitualmente al público como, por ejemplo, ver la nave de la catedral desde una planta superior. Con unas explicaciones con todo detalle.
En que fue un gran regalo estábamos todos de acuerdo, no menos regalo que las homilías del Señor obispo don Ginés, que nos acompañó en este viaje con una gran sencillez y con alegría y cariño que demostraba a todos.
Además de todo ello nos llevamos en el corazón a personas que la Virgen nos regala y sabes que desde ese momento ya están en tu corazón de manera diferente a como las conocías. Personas que conocíamos desde antes pero que la convivencia ha hecho verlos de manera diferente, verlos como amigos.
Estos son los regalos que se han hecho visibles en estos 3 días, aún no sabemos las gracias y frutos que seguirá derramando en nosotros nuestra Madre tras esta peregrinación, así que, ¡gracias, Madre por tanto regalo!.
Gracias a la organización por haber lo hecho posible esta Peregrinación, gracias por la entrega de todas las personas que han organizado, aun sabiendo la dificultad que conlleva peregrinar con tantas personas.
Gracias a todos. Un abrazo.
Mayte Valera
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