A continuación la meditación correspondiente al quinto martes de Pascua, ofrecida gracias a nuestro seminarista Antonio.
Martes V de Pascua (12-5-2020)
“Mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo”
¿Qué es la paz? Quizás tengas la tentación de pensar que nunca has tenido paz, o no es lo frecuente en tu vida, porque tienes tanto sufrimiento en tu vida, tantos problemas y dificultades que te impiden vivir en paz. El mundo piensa que la paz es la ausencia de conflicto y, por tanto, en el mundo no hay paz. ¿Y si la paz es algo más profundo?
Que no te engañen, en el mundo hay paz. Recuerda que ayer se te dijo “el que me ama guardará mi palabra” y hoy el Señor te dice “la paz os dejo, mi paz os doy”. Si amas al Señor tienes que creerte que sólo la vida en el Resucitado, habitar en el Padre, es la verdadera paz. No es un simple estado anímico, una sensación: es cumplir su voluntad, realizar tu vocación original, ser imagen y semejanza de Dios que es la paz.
¡Sé reflejo de Dios, vive la paz! No te paralices ante las dificultades de la vida, porque si la paz es algo tan profundo, nada ni nadie te la podrán arrebatar. San Pablo fue apedreado y dado por muerto, “tres veces he sido azotado con varas, una vez he sido lapidado, tres veces he naufragado y pasé una noche y un día en alta mar…” y mucho más, y aun así dijo: “hay que pasar muchas tribulaciones para entrar en el reino de Dios”.
¿Estás dispuesto a apostar por el Señor, a proclamar la gloria de su reinado? Entonces nunca perderás la paz. Ahora, pídela, porque es un don de Dios para sus hijos amados, para ti. El desea regalártela, eres tú el que te tiene que decidir por ella.
Antonio, seminarista
Descargar: Meditación Martes V Pascua
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