Segunda entrega de fotos del Campamento de Montañeros de este año con el testimonio de Camila. Queremos aprovechar para agradecer a los jefes, a los seminaristas, a nuestra consagrada Elena, a nuestros Sacerdotes y a todos los que han hecho posible el Campamento su trabajo con los chicos. ¡Gracias!
Si alguien nos pidiera definir este campamento creo que la mayoría diría exigente, duro, difícil, cansado… Pero estoy segura de que esos mismos dirían que ha sido precioso y que el Señor ha derramado su gracia sin medida. Esto es lo que nos diferencia a los montañeros. Tenemos claro que las cosas no pierden su belleza porque nos cuesten, sino precisamente porque nos cuestan somos capaces de unirnos a Cristo en su Cruz haciendo todo mucho más bello.
Este año el Señor se ha hecho presente en cada una de las actividades, desde las competiciones deportivas, olimpiadas, baños en el río, reunión por patrullas, marchas hasta los ratos de oración, Rosario, Misas…cada momento del campamento era un regalo, una oportunidad de unión con Cristo y con los demás.
Siguiendo nuestro lema, “Ahí tienes a tu madre”, hemos podido adorar y poner a la Virgen en el centro de nuestro día a día. Así que, no pudiendo ser de otra manera, hemos peregrinado hasta su santuario en Covadonga. Imaginaos que regalo saber que nuestra Madre ¡nos estaba esperando!
El amor con el que nos mira la Virgen es tan grande como su “hágase”. Sin ella no habría nada y gracias a ella lo tenemos todo. Por María hemos tenido este campamento y en respuesta nosotros los montañeros le hemos entregado todo nuestro corazón. ¡Qué alegría más grande tener un camino seguro hacia la santidad de manos de nuestra Princesa!
Camila Osorio
Jefa de Montañeros.
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